Provincias y CABA

 El PJ cierra listas con una tregua frágil y sin liderazgo claro

El peronismo llega al cierre de listas bonaerense con un acuerdo débil, atravesado por pases de factura, desconfianzas y sin una figura que ordene al conjunto. Los tres sectores que se sentaron a la mesa - kicillofismo, massismo y cristinismo - lograron encontrar una línea de trabajo , mientras Grabois y los movimientos sociales esperan su turno.

  • 19/07/2025 • 09:18

                     

El Partido Justicialista llega al cierre de listas en la provincia de Buenos Aires sosteniéndose, más que por convicción política, por una tregua forzada entre sectores que no lograron construir un liderazgo común. Tras semanas de internas desgastantes, operaciones cruzadas y pujas por los lugares de poder, el acuerdo llegó sobre la hora, empujado por el miedo a una fractura que termine de sepultar las chances electorales del espacio.

El punto de partida para empezar a ajustar los detalles fue la reunión que Massa, Kirchner y Kicillof protagonizaron el lunes 7 de julio. Dos días después nació Fuerza Patria como una nueva alianza electoral.(leé: ¨Kicillof, Máximo y Massa: un acuerdo tan frágil como necesario ¨).

La mesa chica del PJ, compuesta por Axel, Sergio, Máximo y los intendentes del conurbano, acordó un reparto de nombres que intenta contener a todos, aunque dejó sabor a poco. No hay épica, ni relato, ni candidato que unifique. Solo la urgencia de evitar un papelón en las urnas. La presencia de Juan Grabois, que se reunió con la propia Cristina en su domicilio de Constitución, generó incomodidad entre los jefes comunales. El dirigente social exige lugares para su espacio y mantiene su amenaza latente de ir por fuera si no es escuchado. (podés leer:¨Grabois fue a ver a Cristina en medio de la rosca por las listas en PBA¨).

 

                         Cristina Kirchner le pidió a

 

La expresidenta, aún con poder simbólico, se mantuvo al margen de los primeros tironeos, pero terminó interviniendo para evitar una ruptura. Su decisión de recibir a Grabois fue leída como una señal clara de que sigue moviendo los hilos, pero también de que ya no puede imponer orden con la autoridad de otros tiempos. Massa, por su parte, negoció hasta último minuto los casilleros claves, intentando sostener su lugar como articulador sin ser candidato.

En paralelo, la falta de un liderazgo emergente que sintetice el rumbo del peronismo quedó más expuesta que nunca. Axel Kicillof, concentrado en la gestión bonaerense, no terminó de asumir ese rol, y La Cámpora cuida lo que tiene pero sin ampliar. El sindicalismo, expectante, observa desde afuera la disputa sin encontrar tampoco un referente claro.

El resultado es un esquema electoral improvisado, sostenido con alambre, que busca evitar un naufragio más que conquistar una victoria. En el fondo, todos saben que sin una narrativa potente y sin alguien que enarbole la bandera del proyecto, lo que hay es apenas una pausa antes de la próxima crisis interna.

 

 

 

 

¡No te pierdas ningún detalle de la política argentina y mundial! Síguenos en nuestro canal de WhatsApp:

Canal WhatsApp: https://whatsapp.com/channel/0029VbBqLhV4tRroiQaqOB0M

Y en nuestra: Red X (EX Twitter): https://x.com/El_Pulso_P